DISCURSO
Una parte muy importante del el éxito de Cervantes radica en la vigencia que tiene su obra, aún después de más de 400 años de existencia.
El mundo necesita de muchos Quijotes, decididos a emprender su lucha contra los molinos de viento que existirán en todos los tiempos.
Hace 61 años un grupo de residentes del Distrito de Antón emprendió una aventura quijotesca. Al igual que nuestro Ingenioso Hidalgo se encontraron con inmensos molinos de viento a su paso, pero ellos estaban convencidos de que la única forma efectiva que tienen los pueblos para surgir es la educación; por ello continuaron cabalgando con la mirada fija en su objetivo y su fe puesta en Nuestro Dios Omnipotente.
Nadie pensó en salarios, ni remuneraciones de algún tipo, solo pensaron en la necesidad que tenía este pueblo de contar con una escuela secundaria. Eso fue una aventura quijotesca, que nos dio como resultado el colegio que hoy cuenta con 61 años de feliz existencia.
Estos Quijotes lucharon, se desprendieron de su salario, brindaron sus casas como sede para nuestros primeros estudiantes, el deseo era ver coronados sus sueños y que los residentes de Antón tuvieran una educación digna.
El nombre del plantel, no solo viene por el papel preponderante que jugó el Doctor Salomón Ponce Aguilera, ilustre antonero, en la Literatura panameña, sino también porque fue uno de los primeros ministros de instrucción pública, y quien peleó por la educación y por mejores condiciones para los educadores de su tiempo, de ahí que tanto educadores como estudiantes debemos llevar siempre en alto el nombre de nuestro colegio, Salomón Ponce Aguilera.
Actualmente la escuela se ha convertido en una de las principales de la provincia, sin embargo es mucho lo que falta por hacer: el gimnasio escolar necesita reparación urgente, desde hace varios años esperamos el nombramiento de los subdirectores, nombramientos que se hacen imperantes ante la creciente población estudiantil, el prometido bus escolar que no llega, el auditorio de español que se utilizará para fomento de la cultura en nuestros estudiantes, todavía no logramos terminarlo por falta de presupuesto, en fin; son muchas las necesidades materiales que tiene la escuela secundaria más grande del Distrito de Antón; pero también nos hace falta el compromiso de la comunidad, sobre todo de los padres de familia de tal manera que sean conscientes de que una escuela se construye con el trabajo de todo el engranaje que conforma la misma.
Padres de familia y docentes comprometidos con la educación, estudiantes que sientan cada recurso del plantel como suyo, para cuidarlo y, por otro lado que tomen en cuenta el privilegio que tienen de haber logrado llegar a una educación secundaria, incluso poder aspirar a obtener un título universitario.
Estoy convencida, como muchos, de que la educación no solo consiste en la adquisición y suma de conocimientos, sino en la formación en valores que debe poseer todo individuo; y en este punto quisiera hacer un alto, porque me parece importante hacer un llamado a toda la comunidad educativa: Padres, jóvenes estudiantes, educadores, personal administrativo; y es que cuando en una familia, como lo es la familia educativa, existe el respeto, la tolerancia y la ayuda mutua, el barco va hacia adelante contra toda adversidad. Por supuesto que habrá un sinnúmero de personas que no piensan igual, pero mientras no se cruce la línea que separa el respeto del irrespeto el barco no sucumbirá.
Por eso hoy, hago un llamado a que nos sumemos al trabajo en equipo, nadie ha dicho que la labor educativa es fácil, no lo es, pero la mayor gratificación que puede tener un educador es evitar que nuestros chicos se conviertan en presas del mal vivir, que nos recuerden con amor, que seamos ejemplo de vida para ellos.
Que ni padres ni educadores vuelquen sus frustraciones hacia ellos, pues de lo contrario la semilla será contaminada y sus frutos no serán los mejores; pues la semilla que sembremos ese fruto cosecharemos.
A 61 años de existencia de este templo del saber, nuestro sincero agradecimiento a todos nuestros fundadores, ex directores, profesores jubilados, queridos invitados especiales por todo lo que han dado por este Centro Educativo; y a nuestro personal, administrativo, docente y educando que formamos parte de la historia actual de nuestro colegio compromiso y dedicación para que el relevo generacional sea cada vez mejor.
Felicidades a todos por haber formado y formar parte de esta familia salomonista y sigamos con entusiasmo en esta gran aventura quijotesca.
Como diría el Maestro Benito Pérez Galdós en su novela Marianela “Adelante siempre adelante”.
Felicidades a todos.